Reconocimiento Rising Talents

Reconocimiento Rising Talents: Reflexión por la

Dra. Ana Sofía Varela Gasque

El día 14 de marzo tuve el honor de recibir el reconocimiento Rising Talents por parte de L’Oréal-UNESCO que se entrega cada año a 15 científicas prometedoras de todo el mundo. Fue una gran experiencia participar en la ceremonia que tuvo lugar en la sede de la UNESCO, en París, Francia. Sin embargo lo que más aprecio fue el compartir esta experiencia con 14 mujeres de distintos países y que trabajan en diversas áreas del conocimiento. Juntas reflexionamos sobre lo que significa ser mujer en la ciencia. A todas nos han preguntado cuáles son los retos que hemos superado como mujeres científicas. Coincidimos en que no nos sentimos diferentes por ser mujeres y nos cuesta identificar “retos” concretos que como mujeres hemos enfrentado. Al mismo tiempo, también más de una ha sido testigo de acoso; nos hemos acostumbrado a comentarios misóginos, muchas veces disfrazados de chistes y a sentir que tenemos que trabajar más para ser tomadas en serio.

Los números no mienten, al ir avanzando en la carrera científica nos encontramos cada vez con menos mujeres. A nivel mundial sólo el 29% de los investigadores son mujeres y si nos fijamos en los puestos de poder dentro de la ciencia veremos que los números son mucho menores. En el caso de México, por ejemplo, las mujeres representan 1 de cada 5 investigadores nivel 3 del SNI. Ante estos números me niego a creer que la razón por la que hay pocas mujeres en la ciencia es porque no nos interesa, ya que la ciencia es una respuesta a la curiosidad presente en todos nosotros, hombres y mujeres, desde pequeños. Por ejemplo, si observamos los números a nivel licenciatura vemos que tanto hombres como mujeres optan por carreras científicas, sin embargo a nivel estudiantes de posgrado e investigación no se observa paridad.

Tal vez al leer esto se preguntarán ¿Por qué necesitamos más mujeres en la ciencia?, muchos piensan necesitamos al mejor, no importa si es hombre o mujer. Sin embargo, todo parece indicar que en el sistema actual estamos perdiendo a mujeres valiosas que podrían aportar a una mejor ciencia. Más aún, como en todo, la ciencia necesita diversidad, no sólo de género sino de edad, raza y cultura. La ciencia se enriquece con distintos puntos de vista y maneras de abordar un problema. Para lograr motivar a las mujeres a dedicarse a la investigación, es importante entender por qué hay más mujeres que hombres que después de haber estudiado ciencia no siguen este camino. Una parte fundamental, que no podemos negar, si hay algo que nos hace diferentes es la maternidad y habrá muchas mujeres que ante la inestabilidad de una carrera académica se sienten obligadas a elegir entre su carrera o ser madres. La edad en la que una mujer decide tener hijos muchas veces coincide con la edad en que damos el paso hacia una carrera académica.

Desafortunadamente, la realidad es que en algunos sectores académicos se percibe como un acto de poco compromiso el quedar embarazada durante los estudios de posgrado o estancias postdoctorales, aunque es un derecho de toda mujer tomar esa importante decisión. Esta es una idea que tenemos que cambiar, que no se vea que el ser madre y ser investigadora son co- sas excluyentes. Para ello sería importante dar apoyo con estancias infantiles, permisos de paternidad y maternidad no solo a investigadores sino también a estudiantes de posgrado. Además, es relevante que estos apoyos también se dirijan a los padres y así generar conciencia de que el cuidado de los hijos no es labor exclusiva de la madre.

Finalmente, rescato la labor de la fundación L’Oréal y la UNESCO que apuestan por visibilizar a las mujeres científicas. Es importante contar con más ejemplos de mujeres exitosas en este campo para que niñas y jóvenes que se interesan por la ciencia, vean que es posible. Necesitamos hacer ver que la ciencia no es algo exclusivo de hombres. Dentro de esta experiencia intercultural, personalmente lo que más me retroalimentó fue conocer a las otras 14 Rising Talents y las 5 laureadas, me resultó inspirador. Espero poder motivar a otras jóvenes a seguir este camino y también contribuir a romper las barreras que dificultan que muchas mujeres triunfen en una carrera científica. De manera que, en un futuro, no hablemos del género de un científico y que los retos que enfrenten hombres y mujeres durante su carrera sean los mismos.