2019 Año Internacional de la Tabla Periódica

Sitio para celebrar el Año Internacional de la Tabla Periódica 2019

La historia del desarrollo de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos y sus implicaciones se encuentran ligadas al desarrollo de la química misma, ya que tras el reconocimiento y consenso del concepto de elemento químico como unidad mínima de identidad de una sustancia, la búsqueda de correlaciones entre las propiedades de los elementos conocidos fue una constante del quehacer químico decimonónico. Desde las triadas de Berthelot a la espiral de Chancourtois, y hasta la (proto) tabla periódica de Lothar Meyer, los variados esfuerzos por trazar tendencias en las propiedades fisicoquímicas de los elementos es un reconocimiento al hecho de que la periodicidad química es la clave subyacente a su ordenamiento en grupos, periodos y bloques. Faltando tres décadas para el descubrimiento del electrón, cinco para el del protón y casi siete para el del neutrón, las correlaciones hechas dependían de la masa atómica de cada elemento, cuya determinación constituía en sí misma una línea de investigación, y no de la estructura atómica que hoy conocemos. El éxito de la Tabla de Dmitri Mendeléyev, objeto de los festejos de este año, consistió en el reconocimiento de al menos tres elementos faltantes por ser descubiertos, para lo cual el sistema periódico propuesto supuso una guía de búsqueda en la identificación del eka-boro (Sc), el eka-aluminio (Ga) y el eka-silicio (Ge). El sistema de Mendeléyev no solo recogió la periodicidad fisicoquímica de los elementos, sino que resultó un sistema predictivo y flexible que admitía ser añadida con cada nuevo descubrimiento, como fue el caso de la adición de una nueva columna tras el descubrimiento de los gases nobles. 

Con el fin de celebrar el sesquicentenario de la publicación original de la Tabla Periódica y el centenario de la fundación de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC), la UNESCO declaró el 2019 como el Año Internacional de la Tabla Periódica, por lo que a lo largo de este año se organizan distintos eventos académicos para reconocer el impacto de esta herramienta científica que define el orden de la materia en el universo, a la vez que concita la clasificación y periodicidad de propiedades de un conjunto de elementos cualquiera, de ahí que exista la ‘tabla periódica’ de la cerveza, la lucha libre y el rock & roll. Esta penetración cultural de la Tabla Periódica al imaginario popular como un objeto de culto, ha inspirado el concurso #ISpyAPeriodicTable organizado en Twitter por la revista Chemistry and Engineering News (C&En) de la American Chemical Society, en el que se recogen las representaciones más originales de la Tabla Periódica en lugares tan diversos como artículos de cocina, vestimenta, pinturas murales o miniaturas. Asimismo, el hashtag #IYPT2019 recopila los eventos académicos y sociales alrededor de dichos festejos, con lo cual será posible descubrir la creatividad y entusiasmo de estudiantes e investigadores en rendir homenaje a una de las herramientas científicas más reconocidas de la historia. 

Una forma más personal de participar en las celebraciones es leer al Dr. Eric Scherri para conocer más sobre la historia y significancia de la Tabla Periódica: The Periodic Table: Its Story and Its Significance, The Periodic Table: A Very Short Introduction y en particular Mendeleev to Oganesson: A Multidisciplinary Perspective on the Periodic Table. Libros significativos de otros autores incluyen a Primo Levy (The Periodic Table), Peter Atkins (What is Chemistry?) y Sam Kean (The Disappearing Spoon: And Other True Tales of Madness, Love, and the History of the World from the Periodic Table of the Elements).

Ya sea en un laboratorio o mediante la presencia en línea, como miembros del Instituto de Química de la UNAM, exhortemos a nuestros estudiantes a ser parte de estas celebraciones para que herramientas ubicuas no sean tomadas por hecho sino, reconocidas en su trascendencia para la filosofía de la ciencia y el desarrollo intelectual de la humanidad. 

Dr. Joaquín Barroso Flores. Investigador del IQ-UNAM